Fimosis en adultos: causas y remedios

A diferencia de la fimosis congénita, la cual se presenta desde el nacimiento, la fimosis en adultos casi siempre es adquirida: de hecho, es muy raro que, ante la presencia de una dificultad o incapacidad para descubrir el glande, el hombre no tome medidas antes de que se manifieste una complicación en el futuro. 

La fimosis en adultos puede tener consecuencias importantes, como dificultades en la higiene personal, posibles irritaciones de la piel del glande e impactos en la salud sexual: la posibilidad de descubrir el glande con facilidad y sin dolor es fundamental para poder realizar las funciones normales del pene.

En este artículo veremos las Causas de fimosis en adultos, los síntomas para detectarla y las opciones de Tratamiento de fimosis en adultos.

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Causas de fimosis en adultos

Como mencionamos en la introducción, en el caso de la fimosis congénita, se diagnostica durante la infancia o por muy tarde durante la adolescencia. Si la fimosis, por el contrario, se produce en la edad adulta o más adelante en la vida, casi siempre es contraida y, por tanto, es el resultado de uno o más factores desencadenantes.

  • Lesiones: diversas lesiones en el prepucio pueden causar fimosis adulta, por ejemplo, generarse por el roce durante el coito, o el contacto con el tejido puede producir una reacción alérgica. Una reacción como esta puede contribuir al endurecimiento fimótico formado a partir del tejido cicatricial que se endurece y reduce la elasticidad de la piel.
  • Afecciones de la piel: una de las causas de fimosis en adultos también puede ser la aparición de afecciones de la piel como la dermatitis, la cual genera irritación y erupciones, o el liquen escleroso, una enfermedad crónica que endurece los tejidos y limita su capacidad de estiramiento.

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  • Infecciones: las infecciones pueden ser responsables de la formación de fimosis, incluso durante la vejez, ya que crean inflamación e irritación, además de cicatrices. Las infecciones que provocan fimosis son, en particular, la balanitis (en el glande) y la balanopostitis (glande y prepucio), las cuales producen picazón, dolor y manchas rojas. Reconocer las infecciones y tratarlas a tiempo, puede limitar los riesgos de sufrir ambas formas de fimosis, tanto tensa como no tensa.
FRENULO BREVE

Diferencia entre fimosis adquirida y congénita

Como se mencionamos anteriormente, la mayoría de los casos fimosis en adultos se denominan fimosis adquirida. La diferencia entre fimosis adquirida y congénita radica en el origen de esta condición y las circunstancias de su desarrollo.

La fimosis congénita está presente desde el nacimiento y ocurre cuando el prepucio es más estrecho y no puede retraerse completamente sobre la punta del glande. Por el contrario, la fimosis adquirida puede desarrollarse a lo largo de la vida de un individuo por diversas razones, incluida la inflamación o infección del prepucio.

Ambos tipos de fimosis pueden afectar la salud sexual y requieren diferentes enfoques en el tratamiento. El diagnóstico preciso del tipo de fimosis es fundamental para determinar el Tratamiento de fimosis en adultos más adecuado, el cual puede ir desde intervenciones conservadoras, hasta procedimientos quirúrgicos, según las circunstancias y la gravedad de la afección.

Posibles consecuencias

Si se descuida la fimosis adulta, con el tiempo puede tener una serie de consecuencias importantes, sobretodo cuando se trata de casos graves.

De hecho, el estrechamiento del prepucio en una fimosis apretada hace difícil, e incluso imposible, garantizar una higiene íntima adecuada. La falta de higiene resulta en la sedimentación de residuos de orina o esmegma dentro del prepucio y en el glande, lo que puede facilitar el crecimiento de hongos o bacterias, conduciendo a estados infecciosos.

Otra consecuencia  que puede ocurrir es la dificultad para orinar, lo que puede aumentar la probabilidad de retención en la uretra y causar posibles infecciones.

Además, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones relativas al ámbito sexual. Si bien, si se padece fimosis adulta con o sin pinzamiento, se puede tener relaciones sexuales, pero también es cierto que los hombres se ven muy afectados por esta condición. La fimosis no sólo produce una erección incompleta y dolorosa, haciendo que el coito sea complicado e insatisfactorio, sino que también conlleva un gran riesgo de provocar lesiones en la piel o incluso obligar a descubrir el glande, lo que provoca la parafimosis.

La parafimosis es la obstrucción del prepucio debajo del glande después de una bajada forzada, y es una afección muy peligrosa que debe tratar de inmediato, consultando a un urólogo para evitar que la asfixia del glande se convierta un problema más grave.

¿Cómo prevenir la fimosis en adultos?

La prevención de la fimosis adulta es fundamental para evitar o reducir en gran medida la probabilidad de que ocurra esta afección.

En primer lugar, practicar una higiene adecuada diariamente es fundamental. Adoptar hábitos de limpieza profunda en el área genital puede ayudar a reducir el riesgo de irritación e inflamación, lo cual es particularmente relevante en la edad adulta, cuando las afecciones de la piel pueden ser más susceptibles a complicaciones. Además, se deben evitar las maniobras forzadas y agresivas en el prepucio, ya que tales prácticas pueden causar traumatismos, cicatrices y potencialmente contribuir a la contracción del prepucio poco a poco.

Además, consultar con médicos profesionales es de gran importancia: si hay síntomas de fimosis en adultos, es fundamental buscar atención médica oportuna. Los exámenes periódicos, pueden facilitar el diagnóstico precoz y la implementación de medidas preventivas o un tratamiento adecuado, ayudando a minimizar el impacto de la fimosis en la salud general y sexual en la edad adulta.

¿Cómo tratar la fimosis en adultos?

Cuando un adulto padece fimosis, es muy importante evitar los remedios caseros: la fimosis es una condición médica que requiere una evaluación cuidadosa por parte un especialista, y el autodiagnóstico o el intento de autotratamiento pueden causar errores en el manejo de la condición, adquiriendo el riesgo de empeorar la situación o causar daños adicionales.

Por lo tanto, se debe considerar una intervención específica y eficaz, que puede variar según la gravedad de la afección y los síntomas asociados.

  • Fimosis de menor grado: en casos de fimosis menor se suelen recomendar productos tópicos como crema con esteroides para la fimosis en adultos, ungüentos o pomadas antiinflamatorias, cuya acción contrarresta el proceso inflamatorio y ayuda a recuperar la adecuada elasticidad de la piel.
  • Fimosis grave: en la fimosis severa, sin embargo, la terapia tradicional consiste en la circuncisión parcial o total. Dependiendo del tipo de operación, el prepucio se extirpa parcial o totalmente para permitir la exposición del glande. Hay que tener en cuenta que esta elección puede requerir mucho tiempo, incluso incapacidad, y altos costos; además de la necesidad de ausentarse del trabajo o de las actividades deportivas.

¿Existen tratamientos para la fimosis sin una circuncisión? 

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