El liquen escleroso actualmente representa una de las causas de fimosis adquirida en hombres adultos. Esta enfermedad, reconocida en Italia como enfermedad rara con el código de exención RL0060, provoca cambios progresivos en la estructura del prepucio, haciendo que se vuelva más rígida, frágil y menos elástica. El resultado suele conllevar el desarrollo de fimosis, que también puede aparecer rápidamente en hombres que antes no tenían problemas.

La relación entre el liquen escleroso y la fimosis es particularmente importante, ya que influye significativamente en el enfoque terapéutico. De la misma forma que una fimosis con un origen diverso puede tratarse a menudo con métodos conservadores, la causada por el liquen escleroso requiere estrategias específicas y un seguimiento más atento a lo largo del tiempo, ya que esta enfermedad puede progresar y, en casos poco frecuentes, aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

Fimosis por liquen escleroso, las características generales

El liquen escleroso (LS) representa una de las causas de fimosis adquirida en adultos. Esta patología dermatológica inflamatoria crónica afecta predominantemente a la piel genital, provocando cambios estructurales progresivos que pueden conducir a una estenosis prepucial grave.

Existen ciertos signos que pueden hacer sospechar que la fimosis está causada por el liquen escleroso:

  • El prepucio tiene un color blanquecino o nacarado
  • La piel aparece brillante, fina y frágil
  • Puede haber pequeñas cicatrices o lesiones
  • El problema se desarrolla rápidamente
  • Hay picor o quemazón en la zona

Es crucial identificar si la fimosis está causada por el liquen escleroso, ya que esto influye significativamente en el tipo de tratamiento. Mientras que una fimosis «simple» puede tratarse a menudo con métodos conservadores, la causada por el liquen escleroso suele requerir un enfoque más específico y un seguimiento médico más atento a lo largo del tiempo.

Además, aunque poco frecuente, el liquen escleroso puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar tumores de la piel en la zona afectada, por lo que es importante un seguimiento periódico.

No obstante, cabe señalar que la fimosis puede manifestarse a causa de diversas etiologías, no necesariamente relacionadas con la presencia de liquen escleroso. En los casos en que la estenosis prepucial se presenta como una afección congénita o adquirida por causas distintas al liquen escleroso (como procesos cicatriciales postinflamatorios, traumatismos locales o alteraciones del tejido conjuntivo), un enfoque terapéutico conservador puede ser una alternativa viable a la corrección quirúrgica. 

En tales circunstancias, los dispositivos médicos específicamente diseñados para el tratamiento no invasivo de la fimosis, como el sistema Phimostop, pueden considerarse parte de un protocolo terapéutico gradual y controlado, bajo supervisión médica especializada, para lograr la dilatación progresiva del prepucio y el restablecimiento de la función anatómica normal.

Consecuencias y complicaciones de la fimosis liquenoesclerosa  

Si el liquen escleroso no se reconoce y trata a tiempo, puede acarrear graves consecuencias que van mucho más allá de la mera incomodidad y, en algunas situaciones, puede provocar fimosis. 

Por lo tanto, es importante conocer estos riesgos en profundidad para motivar a los afectados a buscar ayuda médica a tiempo: 

  • cambios anatómicos permanentes: la enfermedad puede provocar cambios irreversibles en la forma y la función de los genitales. En los hombres, el prepucio puede quedar tan apretado que ya no puede moverse, mientras que la abertura de la uretra puede estrecharse, dificultando la micción normal; 
  • problemas sexuales: el dolor durante el coito, la pérdida de sensibilidad y los cambios anatómicos pueden perjudicar seriamente la vida sexual. Esto no solo afecta a la persona enferma, sino también a la pareja y a la relación; 
  • infecciones recurrentes: la piel dañada es más vulnerable a las infecciones bacterianas y fúngicas, que pueden convertirse en un problema crónico de difícil solución; 
  • dificultades urinarias: cuando la enfermedad afecta a la uretra, puede causar problemas como un chorro de orina débil, dificultad para vaciar completamente la vejiga y, en casos graves, puede requerir cirugía para reabrir el paso de la orina; 
  • riesgo de cáncer: aunque es poco frecuente (ocurre en menos del 5 % de los casos), el liquen escleroso puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la zona afectada. Este riesgo aumenta con la edad y si la enfermedad no se mantiene bajo control; 

impacto psicológico: vivir con dolor crónico, problemas sexuales y cambios en el aspecto de los genitales puede causar ansiedad, depresión, pérdida de autoestima y dificultades en las relaciones interpersonales. Muchas personas se aíslan socialmente o evitan la intimidad por miedo o vergüenza.

Remedios para la fimosis liquenoesclerosa 

Existen varios tratamientos eficaces para el liquen escleroso antes de que degenere en fimosis. Aunque todavía no existe una cura definitiva que elimine la enfermedad, es posible controlarla muy bien y mejorar significativamente la calidad de vida.

Tratamiento quirúrgico

Cuando el tratamiento farmacológico no es eficaz o la enfermedad ya se encuentra en un estado avanzado, puede ser necesaria la cirugía. En los hombres, la operación más común es la circuncisión, que consiste en extirpar el prepucio enfermo.

El tratamiento del liquen esclerotrófico afecta al glande y existen dos tipos principales de circuncisión:

  • parcial (postectomía): solo se extirpa la parte más dañada del prepucio, dejando el glande parcialmente cubierto. Esta cirugía es menos invasiva, pero puede tener un mayor riesgo de que el problema reaparezca; 
  • completa: se retira todo el prepucio, dejando el glande completamente al descubierto. Esta cirugía tiene resultados más duraderos y una tasa de éxito de casi el 100 %.

La elección entre una y otra depende de la extensión de la enfermedad y de las preferencias del paciente tras debatir con el médico los pros y los contras de cada opción.

La terapia láser es una opción que ayuda a «reparar» cicatrices y zonas dañadas. Las primeras mejoras suelen observarse tras 15 días del tratamiento, y el procedimiento puede repetirse si es necesario.

En casos más complejos, cuando la enfermedad ha afectado también al glande o la uretra, pueden ser necesarias operaciones de reconstrucción más sofisticadas, utilizando injertos de piel sana de otras partes del cuerpo.

Alternativas a la cirugía

Para quienes prefieren evitar la cirugía o para casos menos graves, existen varias alternativas con resultados prometedores.

Cuando el liquen escleroso ha causado fimosis, es importante saber que Phimostop, aun siendo un dispositivo médico aprobado por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento no quirúrgico de la fimosis, presenta limitaciones en estos casos concretos. De hecho, la presencia del liquen escleroso impide la curación completa de la fimosis, ya que persiste la patología dermatológica subyacente. Sin embargo, Phimostop puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la situación, pero no puede eliminar por completo la fimosis cuando está causada por el liquen escleroso. En estos casos, es esencial tratar simultáneamente la patología dermatológica con terapias específicas prescritas por el dermatólogo o por el urólogo para lograr los mejores resultados posibles.

Como alternativa, entre los tratamientos no quirúrgicos para la fimosis, también existe el tratamiento con el propio tejido adiposo (lipofilling), una técnica innovadora en la que se extrae grasa de zonas como el abdomen o los muslos y se inyecta en las zonas afectadas por el liquen escleroso. Esta grasa contiene células que pueden ayudar a regenerar el tejido dañado. La intervención dura unos 30 minutos, puede realizarse con anestesia local y los pacientes pueden irse a casa el mismo día.

Los resultados de este tratamiento son alentadores: la mayoría de los pacientes notan una mejora de la elasticidad de la piel en 3 meses y el beneficio se mantiene durante más de un año en el 90 % de los casos. Además, el dolor y el picor suelen desaparecer por completo.

Algunos médicos también utilizan fármacos inmunomoduladores, que actúan sobre el sistema inmunitario de forma más específica que la cortisona, reduciendo el riesgo de efectos colaterales en el tratamiento a largo plazo.

Conclusiones 

El liquen escleroso es una enfermedad seria que debe tratarse antes de que provoque fimosis: la clave del éxito es un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado. Si se detecta a tiempo, puede controlarse eficazmente, lo que permite que las personas mantengan una buena calidad de vida.

El escenario terapéutico actual ofrece diversas opciones de tratamiento, desde terapias tópicas convencionales hasta métodos innovadores de medicina regenerativa. 

Es fundamental recordar que el liquen escleroso requiere revisiones periódicas a lo largo del tiempo, incluso cuando los síntomas mejoran. Esto permite interceptar precozmente cualquier empeoramiento o, en el raro caso, el desarrollo de tumores.

Fuentes:

  • https://www.msdmanuals.com/it/casa/patologie-della-cute/psoriasi-e-disturbi-che-provocano-la-formazione-di-squame/lichen-sclerosus#Sintomi_v12823840_it 
  • https://www.idi.it/lichen-sclerosus-sintomi-rischi-e-cure-disponibili/ 
  • Asociación italiana Lichen Scleroatrofico https://www.lisclea.it/lichen-scleroatrofico/ 
  • https://www.lisclea.it/prp-e-lipofilling-il-trattamento-combinato-migliora-i-sintomi-da-lsv/